miércoles, 13 de mayo de 2009

Ojalá

“Ojalá se te acabe la mirada constante,la palabra precisa, la sonrisa perfecta…”
Eso cantaba la que con un vestido rojo y un bolso amarillo a cuestas quería o pretendía ser la menos vista de una ciudad que le pertenece no porque haya nacido en ella sino porque la camina con sonrisa propia y frontal, con su sangre hecha cabuya y sus manos haciéndola pulsera. Ella, la de nariz perfilada y acento extranjero se detiene y me dice: ey chico ¿Quieres saber porque la gente va tan apurada? – me quedé sin decir nada – van apurados porque sienten que el tiempo pasa rápido, cuando el tiempo siempre es el mismo – en voz baja vuelve a hablarme y dice – yo creo que son ellos los que van mas lento- fue curioso pero quizás tenga razón ella y todos vayamos mas lento y no porque seamos gente pesada o con obesidad extrema, no; sino porque en realidad no sabemos a donde vamos, lo que queremos ni sabemos cómo buscarlo.
Seguí caminando, entrando y saliendo de cada estación siempre del lado derecho de mi acera como bien nos dice la voz seria del metro que siempre suena igual mientras lo nuestro se ve peor - Destino final: “Bellas Artes” las bellas artes ya no son tan bellas y ahora son nostálgicas, pueriles y tristes con gente que va mas lento y menos gente que se detiene a mirar, aprender y querer, entonces me pregunto- ¿En verdad nos merecemos esto? ¿En verdad esa extranjera quiere más lo mío que yo mismo?, quizás así sea, porque lo mío le da de comer, le da de que hablar, le da que mirar. Entonces empecé a mirar.
“…y debe soportar la ruindad de estar unido a la tierra…”
Eso decía otro extranjero, esta vez un chico al principio no distinguí su acento y fue lo que menos me importó, caminaba junto a un señor que parecía saber más que él pues sus canas delatan cierta experiencia. Venían saliendo del parque Los Caobos, al parecer fascinados por dos cosas, la primera el Ícaro encadenado de Felipe Herrera, este con un rostro abundante de tristeza al verse prisionero; y la segunda una inscripción que había dejado Wilfredo Machado "Un hombre no es un pájaro y debe soportar la ruindad de estar unido a la tierra como los ángeles al cielo".
Esta frase es la que hace pensar al chico, esta frase es la que me hace pensar a mí y la que haría pensar a todos los que pudieran leerla, nos daríamos cuenta que nuestra incapacidad de volar es la que nos frena a hacer las cosas, que nuestra condición humana nos limita y que a veces es bueno soñar pero mejor es vivir, quizás Machado solo quiere que seamos de mente fría y corazón caliente, quizás sólo quiere que aprendamos a volar sin despegar los pies del suelo.

Entonces, ¿En qué fallamos? ¿Por qué la gente es así? ¿Qué hay de la Caracas de Billos con caravanas y raspaditos?, esa es literalmente la Caracas de ayer, y no precisamente porque hayamos querido olvidarla sino porque al parecer recordarla es suficiente, es mas fácil!
Quiero quererte como una vez lo hicieron mis abuelos, quiero enamorarme de tus esquinas, pasearme por tus aceras, no quiero que suenes a canción sesentona para hacerme pensar que fuiste hermosa. Y sí! Para mi tiene nombre de mujer porque Caracas es lo que cada quien quiere que sea, lamentablemente para mi es una mujer anciana pero no de edad porque Madrid, Paris, Roma todas esas vecinas lejanas ahora civilizadas tienen mas de dos mil años, ellas han pasado guerras, hambre, cruzadas, revoluciones. Nosotros estamos en la infancia pero sencillamente yo no quiero esperar mil quinientos años para verte como te quiero ver.
Quiero pensar que cuando caminas por esta ciudad te das cuenta que estas en lo cierto, te das cuenta que esta olvidada y sucia pero cuando conoces a la gente te das cuenta de que te equivocas

Alberto Cabrera

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