Un recogedor de basura se despierta a las 1:00 am a recoger la basura de la burguesía que duerme en ese momento; otro más se levanta de su cama en Catia se viste y va a recoger basura a Petare en horas de la tarde. El recogedor se baja del camión agarra todos los desechos y poco a poco los tira en el camión; como Sísifo carga la piedra hasta la cima de la montaña pero siempre esta piedra vuelve a caer y Sísifo baja la montaña para realizar todo de nuevo, aunque en esta historia siempre la piedra y la montaña son más grandes.
“No te afanes, alma mía por una vida inmortal, sino que apura el recurso hacedero” (Píndaro) piensa el recogedor y vuelve a subir una piedra más grande por la cuesta que crece. El recogedor sin previo aviso se fue dando cuenta de lo absurdo y fútil de su existencia, pero uno de esos días que bajaba la cuesta la bajó sonriendo, se dio cuenta que por lo menos luchaba por algo.
martes, 26 de mayo de 2009
El mito de Sísifo
Rally de Escritores de Caracas martes, 26 de mayo de 2009
Etiquetas: Ricardo Bejarano
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