Me llamo Marcel y hoy me encuentro en el mirador de Valle Arriba, con una serie de emociones inexplicables que corren junto a mi sangre por mis venas. Solo cargo papel y lápiz, unos cuantos billetes en mi bolsillo, un recuerdo, un anillo y una esperanza que me hace temblar el alma. No sé por qué, pero viene a mi mente la historia de Madeleine y Enrique, ambos ecologistas que se conocieron hace ya bastante tiempo en una de esas vueltas que de la vida, de la cual hoy no haré mención.
He sabido que aquel día se encontraban trotando éstos dos ecologistas en Parque del Este. –Vamos trota Enrique, ¡las endorfinas son buenas! levantan el ánimo, así nos sentiremos mejor.-No puedo seguir (decía jadeante Enrique), me siento tan cansado de tanto trotar que no sé lo que siento. En ese momento Enrique cae de rodillas al piso y dice –¿Sabes qué nos hará sentir verdaderamente mejor?, acostarnos aquí y ver como vuelan y cantan las aves desde lo alto, mirar las flores y sentir que la brisa nos acaricia el rostro como solo ella sabe hacerlo-. Enrique se acostó en la grama y Madeleine también lo hizo, recostando su rostro sobre el abdomen de Enrique.
Admiraban cada cosa que podía ser admirada en ese momento. Vivían cada segundo, cada instante, y de pronto un sombra nublo el momento. Era un hombre alto que los obligaba a ellos y a todos los que allí se encontraban a abandonar Parque del Este.- Parque del Este será clausurado desde el día de hoy, hemos descubierto petróleo aquí (decía el hombre) -. Todas las personas hacían caso de esa orden tan arbitraria. Fue entonces cuando Madeleine se levantó y se dirigió a todos diciendo:
-Con la clausura de Parque del Este se le estaría quitando un lóbulo al pulmón de Caracas, a largo plazo ésta medida no solo nos afectaría a los venezolanos, sino que también al mundo entero. Parque del este tiene algo mágico que te transporta, que te hace soñar y reflexionar, te eleva junto a tus pensamientos a las alturas y te hace sentir que tocas las nubes. Junto al silencio infinito de los árboles del parque podrás encontrar las ideas más grandiosas y las respuestas más ocultas de tu corazón.
-Enrique agregó: Dejen que las personas disfruten de este pedazo del cielo en tierra que Dios le ha regalado a Venezuela, déjennos contemplar desde aquí al imponente Ávila que nos rodea a diario. Por amor a sus hijos, no les contaminen el aire, déjenlos reír y olvidar las penas en éste maravilloso parque. A quien no le duela la futura generación y que no le importe que los demás se ahoguen, que empiece a cavar en esta tierra.
-Enrique agregó: Dejen que las personas disfruten de este pedazo del cielo en tierra que Dios le ha regalado a Venezuela, déjennos contemplar desde aquí al imponente Ávila que nos rodea a diario. Por amor a sus hijos, no les contaminen el aire, déjenlos reír y olvidar las penas en éste maravilloso parque. A quien no le duela la futura generación y que no le importe que los demás se ahoguen, que empiece a cavar en esta tierra.
Las personas que se encontraban en el parque comenzaron a unirse, cada uno comenzó a dar un breve discurso sobre lo importante que es para Venezuela y el mundo Parque del Este. Fue entonces cuando los corazones de las personas de las que tenían en sus manos picos y palas se ablandaron, y comenzaron a dejarlas caer al piso y se iban uniendo a las personas que rechazaban la medida de cierre.
No sé con exactitud lo que realmente sucedió ese día, solo sé que hoy puedo reír y llorar en Parque del Este, puedo desahogar mis penas allí, sé que de no haber pasado lo que sucedió ese día a Caracas le faltara el aire. Tampoco sé el porqué recuerdo todo esto ahora, quizás sea porque siempre esta latente el orgullo que tengo por estos dos ecologistas que resultan ser mis padres. Quizás sea que el tener a una parte de Caracas a mis pies me ha puesto nostálgico o puede ser que… - Marcel fue interrumpido por una voz-
-Hola Marcel, disculpa si te interrumpo - Dijo Alexandra muy suavemente mientras Marcel dejaba de escribir y giraba su rostro para confirmar que era la voz que el creía que era-.
-¿Tú aquí?, pensé que ya estarías fuera del país en este momento… ¿Cómo supiste que estaba aquí?
-Simplemente me di cuenta de que sabía en que parte estabas. Con respecto a la otra pregunta… He cambiado de idea, creo que por amor. He decidido quedarme y estar aquí para ti, quizás sea una locura pero no hay nada peor que el no haberse arriesgado y luego preguntarse si de verdad valía la pena hacerlo, así que prefiero equivocarme y aprender de mis errores antes que tener que cargar con la duda por siempre.
-Cuando llegué aquí a valle arriba, tenía la esperanza de que vinieras pero la misma se iba desvaneciendo con cada segundo transcurrido. Y ahora…
-Y ahora estoy aquí. Frente a ti. Intenté controlarme pero mis latidos cardíacos se hicieron más intensos y me dejé llevar por mis impulsos, me dejé llevar por mis sentimientos. La verdad es que quiero flotar junto a ti, estar feliz hasta el delirio y bailar como posesa contigo. Quiero que seas mi guardián. Quiero amarte más con cada palpitar y con cada respiro. Quiero…
-Silencio -Dijo Marcel- . Cierra tus ojos y camina hacia donde estoy yo. Deja que tu corazón te guíe. –ella hizo todo lo le decía. Cuando estaban frente a frente él se colocó detrás de ella y la abrazó por los hombros-. No mires.- Acercó su mejilla junto a la de ella. Tomó el pétalo de una rosa roja que se encontraba allí y metió la mano en su bolsillo-. Abre tus ojos.- Alexandra los abrió y observó que sobre la mano de Marcel había un pétalo y sobre el pétalo un anillo de diamantes, a eso se sumaba la vista de Caracas y el imponente Ávila-. ¿Lo aceptas? (dijo Marcel). Lo acepto -Dijo sonriendo-.
-Hola Marcel, disculpa si te interrumpo - Dijo Alexandra muy suavemente mientras Marcel dejaba de escribir y giraba su rostro para confirmar que era la voz que el creía que era-.
-¿Tú aquí?, pensé que ya estarías fuera del país en este momento… ¿Cómo supiste que estaba aquí?
-Simplemente me di cuenta de que sabía en que parte estabas. Con respecto a la otra pregunta… He cambiado de idea, creo que por amor. He decidido quedarme y estar aquí para ti, quizás sea una locura pero no hay nada peor que el no haberse arriesgado y luego preguntarse si de verdad valía la pena hacerlo, así que prefiero equivocarme y aprender de mis errores antes que tener que cargar con la duda por siempre.
-Cuando llegué aquí a valle arriba, tenía la esperanza de que vinieras pero la misma se iba desvaneciendo con cada segundo transcurrido. Y ahora…
-Y ahora estoy aquí. Frente a ti. Intenté controlarme pero mis latidos cardíacos se hicieron más intensos y me dejé llevar por mis impulsos, me dejé llevar por mis sentimientos. La verdad es que quiero flotar junto a ti, estar feliz hasta el delirio y bailar como posesa contigo. Quiero que seas mi guardián. Quiero amarte más con cada palpitar y con cada respiro. Quiero…
-Silencio -Dijo Marcel- . Cierra tus ojos y camina hacia donde estoy yo. Deja que tu corazón te guíe. –ella hizo todo lo le decía. Cuando estaban frente a frente él se colocó detrás de ella y la abrazó por los hombros-. No mires.- Acercó su mejilla junto a la de ella. Tomó el pétalo de una rosa roja que se encontraba allí y metió la mano en su bolsillo-. Abre tus ojos.- Alexandra los abrió y observó que sobre la mano de Marcel había un pétalo y sobre el pétalo un anillo de diamantes, a eso se sumaba la vista de Caracas y el imponente Ávila-. ¿Lo aceptas? (dijo Marcel). Lo acepto -Dijo sonriendo-.
* El amor es el sentimiento capaz de traspasar cualquier obstáculo, fue por amor que Alexandra decidió volver y arriesgarse. Fue por amor a Caracas y a un futuro mejor que los ecologistas de esta historia decidieron dar el primer paso y alzaron su voz. Es por amor mi querido lector que usted y yo hemos nacido. Por amor se acelera nuestro corazón y empezamos a pensar a como dar el primer paso. Es por amor y perseverancia que contra todo pronóstico y contra toda lógica pasamos las barreras, saltamos abismos y alcanzamos lo que más queremos. Anímate, esfuérzate, se valiente y atrévete, enamórate, arriesgaste, lucha por lo que de verdad es bueno en esta vida y enfréntate con fuerza a los obstáculos. Confía en Dios y él transformará tu lamento en baile y cambiará tu circunstancia. Y recuerda que aunque la probabilidad no esté a tu favor... ¡Puedes lograrlo!. Gracias
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